Ponche de erizos

Durante las vacaciones, entre todos los lugares que recorrimos, estuvimos en la zona del golfo de Arauco. Ahi, en un lugar llamado Punta Lavapie (lindo nombre), me enteré de la existencia de una cosa extrañísima: el Ponche de erizos. Cuando me lo ofrecieron se me ocurrió un tazón con vino tinto y los erizos flotando, una especie de sangría con trocitos de cebolla y perejil. Pero llegó a la mesa una copa con una suerte de vaina, con espuma, canela y todo. Este ponche criaturero, como diría mi padre, se prepara con pisco, vino blanco, licor de café y un poco de erizos y su jugo, "solo un poco, porque si no queda muy fuerte", nos contó el buzo dueño del restaurantito. ¿El sabor? Rarísimo, pero rico. Levantamuertos, sin duda!

Muchos huevos

Hace un rato terminé de leer "Muchos huevos", un manual de cocina para solteros de Federico Willoughby (casi seguro que así se escribe; de Epicentro Aguilar). Divertido, me reí bastante y me costó imaginarme que haya gente que sea totalmente nula en la cocina. Trae recetas entretenidas, me dieron ganas de probar un par. Sin embargo, me pregunto... si no saben ni freír un huevo, menos sabrán hacer arroz. Yo aprendí a hacer arroz después de un episodio con unos tíos que se burlaron de mí y de mi hermana porque no lo sabíamos preparar. En fin, igual aprendimos. Pero a esos pobres chicos solteros que ni saben que los pelitos en la fruta son hongos o que cuando abren el refrigerador con suerte encuentran un limón fosilizado, alguien debiera explicarles. Pensé encontrar un poco más de eso en el libro, ya que hasta se les explica cómo armarse una cocina básica y qué música "servir" con un rico plato para conquistar a una chica. Las recetas parten con los panqueques, algo que requiere quebrar "muchos huevos" y bastante destreza. En fin, supongo que podrán aprender las cosas básicas, como cuánto rato se demoran en cocerse las alcachofas, en libros como La Cocina Popular. Simpático "Muchos huevos", bonito además, rico papel, hartas fotos...